Ya pasaron algunos meses desde que hice el tercer service obligatorio.
Tenía muchos temas para revisar y era finales de diciembre por lo que me dijeron que tratarían de hacer todo en el turno pero que si quedaban algunos pendientes me lo regresarían y reservaríamos un nuevo turno para terminar el auto la semana siguiente.
A continuación los problemas reclamados y las soluciones:
1. El service propiamente dicho, incluyendo alineación y balanceo.
SOLUCIÓN. Aunque no estoy capacitado para controlar esto, según la declaración jurada se hizo “casi” todo lo comprometido.
Pude constatar que esta bien alineado y balanceado y que inflaron y rotaron los neumáticos, así que parece estar todo en orden.
EL “CASI”: al entregarme el auto me pidieron disculpas porque se habían quedado sin bujías y no pudieron sustituirlas según lo planificado. Me informaron que no tendría problemas y que lo solucionarán en el próximo service.
El hecho que me reconozcan y pongan por escrito este detalle es visto por mí con muy buenos ojos.
2. Finalizando mi viaje de regreso desde Buenos Aires se me quemo, nuevamente, el foco delantero izquierdo.
SOLUCIÓN. Me informaron que no estaba quemado ningún foco, sino que “estaba sucio uno de los contactos”. Así que lo arreglaron y no tuve que pagar los $60 de dicha reparación.
Igualmente, tengo una historia adicional sobre esto.
3. Mi pareja y yo comenzamos a sentir un ruido que provenía del motor al prenderlo o apagarlo y al salir. No estábamos seguros del motivo y era aleatorio por lo que era difícil de demostrar.
SOLUCIÓN: remplazaron una correa. El problema desapareció.
4. Aunque no sabemos quién es el culpable (yo acuso a mi pareja, y ella a mí), la tapa de la portezuela porta-GPS se había salido de lugar.
SOLUCIÓN: Volvieron a poner todo en su lugar. No necesitaron repuestos. Es como si nada hubiera pasado.
5. Hace unos meses cometí un grave y tonto error: me tragué un cordón a demasiada velocidad con la rueda delantera izquierda. Me pegue un gran susto, me detuve, miré el vehículo y el único problema visible es que la cubierta de plástico de la rueda se había partido (aunque no perdió ni una parte). Luego el auto continúo funcionando perfectamente pero igualmente un conocido me recomendó que pida la revisión del tren delantero para prevenir ya que un pequeño problema puede acarrear un desgaste preocupante a largo plazo.
SOLUCIÓN: En el service afirman que revisaron el tren delantero y no notaron nada preocupante. Afirman que puedo quedarme tranquilo porque no tendré problemas.
6. En el último viaje a Buenos Aires hice una cosa mal. Cuando uno hace un viaje tan largo trata de planificar todo de tal manera de salir en un horario determinado. Además, al menos yo trato de viajar justo y necesario, nada de más. Pero mi pareja piensa diferente, lleva más de lo necesario “por si….” y, guste o no, terminamos perdiendo el horario de salida al grado tal de colmar mi paciencia (que es reducida).
En fin, había puesto todo en el baúl para partir. Cerré demasiado fuerte la puerta del baúl y…. se salió la “cubierta de cartón” que separa al baúl del habitáculo (yo suelo llamarlo “luneta” por desconocimiento del término correcto). No me di cuenta inmediatamente. Todo parecía normal así que me subí al asiento del conductor y cuando miró por el espejo retrovisor descubro el problema.
Abro nuevamente el baúl para ver que había pasado y resulta ser que uno de los enganches de la cubierta se habían salido de lugar y metido para adentro. Era imposible desarmar esa parte del vehículo para encontrar la pieza y volverla a colocar en su lugar, por lo que preferí dejar la cubierta en casa y viajar sin la misma.
SOLUCIÓN: Abrieron lo que tenían que abrir, encontraron la pieza suelta, la volvieron a poner como correspondía y fin del tema. El problema desapareció y, nuevamente, no fue necesario ningún repuesto adicional.
Este caso específico extraigo dos conclusiones. Primera y más evidente, que tengo que ser más paciente y no desahogarme con el auto.
Segunda, aunque no lo parezca, en realidad no fue tan fuerte como cerré el baúl, más que la fuerza, el culpable del problema fue una maleta algo más expuesta de lo que hubiese correspondido y lo más interesante, la pieza en cuestión se salió de su lugar fácilmente. Esto último es lo que más llamo mi atención porque en circunstancias similares en otro vehículo se hubiese producido una especie de resistencia que impide cerrar el baúl o uno se da rápidamente cuenta que algo no esta bien. Esto se suma al tema de que en el Agile hay varios detalles de calidad que están por debajo de lo deseable. Podría decir que en este caso tuve suerte, porque es esa precariedad lo que facilito su reparación sin costo, pero no es normal que se suelte tan fácilmente.
7. Ruido a viento en las puertas delanteras. Quién siga este toppic sabe que es un problema crónico de mi Agile que he reclamado en todos los services. Esta vez no ha sido la excepción.
SOLUCIÓN: dicen que los burletes están bien y volvieron a ajustar las puertas. Esta vez quedo mejor que nunca pero el problema continúa.
Seguramente volveré a reclamarlo en el próximo service, aunque ya estoy aceptando con resignación de que forma parte de la vida de este auto.
EL DETALLE: Fue una grata sorpresa para mí que a pesar de haber solicitado la revisión de tantos temas, fui el primero al que se le devolvió el auto ese día. Prácticamente una hora antes de lo normal.
Algo que me sorprendió y agradecí. Resulta ser que por todos los temas en cuestión decidieron asignar un mecánico exclusivamente a mí vehículo. Tuve, por tanto, mucha suerte.
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