Computadora portable Apple Macintosh Classic de 1991 |
Siempre se deseo conseguir una computadora que pudiera acompañarnos todo el tiempo a todos lados, pero sólo en años recientes la tecnología ha avanzado lo suficiente como para hacer eso realidad para la mayoría de las personas gracias a las ultrabook, wintablets, tables y smartphones actuales. La máxima movilidad es uno de los objetivos de la computación personal.
Pero no era tan fácil entre la segunda mitad de la década de 1980 y los primeros años 90. Les propongo, por tanto, un pequeño viaje a esos años…Llegar al estado actual de la tecnología requirió recorrer un largo camino destinado a hacer sistemas cada vez más compactos, más livianos, más autónomos y, también, más baratos.
Por ejemplo, antes de las actuales ultrabook existían las subnotebook y los netbook; antes de la wintablet existieron los UMPC y las tabletPC; antes de las Tablet, nos encontramos con los PDA de todo tipo, tamaño y forma y antes de los smartphones nos teníamos que conformar con simples teléfonos móviles que, en el mejor de los casos, se vanagloriaban con el adjetivo de “multimedia” o “con cámara”.
Pero esas notebook, subnotebook, PDA y teléfonos celulares que reinaban durante la década de 1990 y la década del Millenium todavía era ciencia ficción en la década de 1980.
Las computadoras personales de 8 bits
En los inicios de la computación personal, entre la segunda mitad de la década de 1970 y la primera mitad de la década de 1980, la obsesión por bajar costos y los precios al publico consecuentes llevaron a la mayoría de los fabricantes a optar por computadoras personales que no incluían todos los componentes, sino que tenían que reducían el computador al mínimo posible, por ejemplo, quitando el monitor.
El resultado no solo era un sistema barato, sino también razonablemente compacto y liviano. Una Commodore 64 o una Apple II, por ejemplo, eran teclados más o menos voluminosos fáciles de trasladar y conectar a cualquier televisor o monitor que tuvieran cerca.
Apple IIc con un pequeño televisor. Existían monitores especiales, pero la mayoría de las personas utilizaban un pequeño o viejo televisor cercano. |
Una persona podía llevar el teclado-computador en el baúl del automóvil o un gran bolso y utilizarlo tanto en su casa como en la oficina. La Apple IIc de 1984 fue uno de los últimos y más dignos representantes de estas primeras computadoras “móviles”.
Pero esta soluciones de compromiso eran inadecuadas, ya que requerían encontrarse con un monitor o televisor en el destino, o trasladarse con uno por separado. Tampoco tenían baterías e, incluso, en muchos casos también requerían trasladar la unidad de diskette por separado.
Las computadoras personales portables
En la década de 1980 los reyes de la movilidad eran las “computadoras portables”. Computadoras que pesaban “sólo” 10 o 15 Kg. y que Schwarzenegger podía transportarlo como una especie de valija, similar a como se transporta una maquina de coser. Integraban un pequeñísimo monitor de entre 5″ y 9″, unidad de diskettes y baterías que recordaban a los de los ciclomotores para disfrutar de un par de horas lejos del tomacorrientes. Es decir, a diferencia de los ejemplos anteriores, realmente integraban todo lo necesario.
Osborne 1. El primer ordenador personal portable. |
El primer ejemplo exitoso fue la Osborne 1. La cual dio paso rápidamente a la Compaq Portable, que no sólo fue el primer clon de la IBM PC, sino también la primer PC portable y la primer sistema portable en constituir un éxito comercial significativo. Nuestro editor y podcaster Javier Fernandez, alias Mahjong, seguramente nos puede contar muchas historias sobre esta portable de Compaq.
Compac Portable. El primer IBM PC compatible portable. |
Pero estos sistemas no sólo eran enormes y pesados para los estándares actuales, también eran muy caros. La primer Compaq Portable podía comenzar en 3.590 dólares en 1983 (unos 8.460 dólares actuales). Inalcanzable para las mayorías.
El Apple Macintosh Classic
Así que en ese contexto surgió una alternativa que, entre otras pretensiones, aspiro involuntariamente a ser uno de los primeros ordenadores portables para el resto de nosotros: la Apple Macintosh.
El sospechoso posa con la prueba del delito. Un recurso legal extraordinario obliga a mantener en reserva su rostro. |
Compre recientemente uno de los últimos exponentes de estos portables: la Macintosh Classic de 1992, por lo que vamos a explorar un poco este concepto y disfrutar de las fotografías que acompañan el artículo.
Pero antes de continuar un par de aclaraciones. Primero que nada, en post de sintetizar un poco y consciente de que existen miles de artículos en el mundo dedicado a este sistema, aquí nos trataremos de centrar exclusivamente en abordar este aparato desde la perspectiva de la movilidad.
Segundo, como consecuencia de lo anterior, no abordaremos el software, ni la historia del Macintosh, ni el marketing, ni muchas cosas que formaban parte del borrador de este artículo y que ahora depositan sus esperanzas en tener la oportunidad de ver la luz en algún futuro indefinido.
El Proyecto Macintosh
La, por entonces, Apple Computer Inc. había tenido un gran éxito con su Apple II y estaba buscando un nuevo producto que la continuará impulsando hacía adelante, especialmente después de que IBM entrara en el negocio de las computadoras personales con su PC. De los varios proyectos que tenía en esa época, el Macintosh terminaría siendo el más icónico.
En honor a la verdad, no fue uno de los objetivos del equipo de diseño el crear una computadora portable. La fácil mobilidad fue más bien una consecuencia afortunadamente involuntaria del diseño del Macintosh. Cuando se lee la historia del equipo que desarrollo el Macintosh en folklore.org, por ejemplo, no hay mención alguna sobre esto. Ellos en realidad estaban buscando un diseño barato, “amigable” para el resto de nosotros y que “ocupe poco espacio en el escritorio”, sea lo que fuera que el líder de equipo, Steve Jobs, quisiera decir con las palabras puestas entre comillas. No parecía figurar la portabilidad en el repertorio.
La historia parece haber olvidado a quién se le ocurrió que también se podría utilizar el Macintosh como un portable. No lo sabemos. Lo que si sabemos es que el publico descubre el Macintosh cuando Steve Jobs la saca de un bolso de transporte en su famosa keynote de 1984, bolso de transporte que formaba parte de la publicidad gráfica de la época y las fotografías incluidas en el manual del Macintosh. Bolso que se contaría entre los primeros accesorios oficiales de este sistema.
Presentación del Macintosh. Inicio de la campaña gráfica. |
Como no hay mención sobre a quién se le ocurrió lo del bolso y la movilidad entre quienes participaron de la creación del primer Macintosh, yo especulo que debe haber sido alguien del equipo marketing. No lo sé. Uno de lo mitos de Apple es que cuando crean un producto constituyen un pequeño equipo multidicipinario que hace todo. El Macintosh es un buen ejemplo de este mito, ya que trabajaban juntos los diseñadores, los ingenieros de hardware analógico y digital, los desarrolladores de software, los creadores de las aplicaciones, los diseñadores de iconos, etc.
Así que hay algo de verdad en este mito. Pero también hay algo de exageración. El equipo de fabricación (se creo toda una nueva e innovadora fábrica para producir el Macintosh) no formaba parte de este pequeño y selecto equipo, tampoco quienes diseñaron el packaging, crearon la publicidad televisiva, los organizadores de la keynote, los que reintentaron la contabilidad (hubieron innovaciones aquí también), etc. Por ello creo que fue gente en otro lugar de Apple al que se le ocurrió lo del bolso y toda la estrategia de marketing asociada al mismo.
Cualquiera sea la historia detrás de esto, la realidad es que nos encontramos con una computadora personal todo-en-uno lo suficientemente compacta y liviana como para meterse en el interior de un bolso de transporte, a imagen y semejanza de varias PC portales de ese tiempo. De hecho, era más liviana y compacto que varios de los portales del momento.
No integraba batería, pero tenía la virtud de introducirse con un precio inicial de unos U$S 2.495 dólares de 1984 (unos 5.710 dólares actuales). Aunque continuaba siendo caro para la mayoría de las personas, en el segmento del mercado de PC portable era significativamente menos que el PC Compaq más cercano.
Como todo en la industria informática, con los años ese precio se fue reduciendo y para 1992 mi Macintosh Classic comenzaba en sólo 999 dólares (unos 1.700 dólares actuales) y continuaba siendo la forma más barata se que alguien pudiera tener una computadora personal razonablemente fácil de trasladar. Para ese entones ya existía la IBM Thinkpad y las Apple Macbook entre muchas otras notebook de Toshiba, Compaq, Dell, Epson, Olivetti, etc., pero todas costaban más del doble del Macintosh classic.
La Macintosh classic bien podía llegar a ser la única opción económicamente al alcance de muchos profesionales autónomos, estudiantes y periodistas, entre otros. Y por esa misma razón, por un tiempo fue lo que pretendía: el portable para el resto de nosotros.
El diseño del Macintosh Classic
La pantalla
Una de las decisiones de diseño más importantes del Macintosh fue la adopción de un monitor integrado de 9″ y con factor de forma de ¾. No es casualidad que muchos hayan tuneado viejas Macintosh remplazando este monitor por un iPad, pues son exactamente las mismas dimensiones de la pantalla de los iPad Air de nuestros días.
Se decidió integrar el monitor en el sistema con el objetivo de disfrutar de un ordenador “amigable” que la gente pudiera utilizar tan rápido como lo quitara de la caja y conectara, sin tener que lidiar con cables, configuraciones, etc.
Pero se opto por este pequeño monitor en particular para minimizar costos. Claro esta, un monitor pequeño contribuirá a un sistema igualmente pequeño, compacto y liviano, requisitos claves para disfrutar de un sistema portable.
Es interesante notar que en su momento este monitor fue recibido con escepticismo porque ya eran populares los monitores de 12″ y 14″ . Muchos consideraban que estaba por debajo de lo mínimo necesario para trabajar. El mismo debate continúa hoy en día entre quienes piensan que la pantalla del iPad es adecuada y quienes creen que se necesitan tablet con pantallas mucho más grandes de 12.1″ o más. Como vemos, la historia se repite tres décadas después.
¡Mismo ancho! ¿El iPad pretende ser el Macintosh del siglo XXI? parece una reminiscencia al original. |
Eso sí, aunque criticado en esa época 9″ no resultaba tan disparatado como ahora. Los monitores eran muy caros y muchos compraban pequeños monitores y televisores de 9″ para sus computadoras personales de 8 bits. De hecho, la mayoría de las notebook de ese tiempo y la primera mitad de la década de 1990, incluyendo a la mayoría de las galardonadas Thinkpad y Macbook, venían con pantallas de 9″ con factor de forma ¾. En mi experiencia personal, eran pantallas plenamente usables y lo siguen siéndolo hoy en día. Soy un extraño creyente de que casi todo se puede hacer en 9″, excepto disfrutar de dos o más ventanas simultáneamente.
Pero regresemos a la historia. Se quiso hacer un sistema lo más pequeño y compacto posible. Cuanto más pequeño y compacto más barato sería, así que este pequeño monitor de 9″ fue clave en determinar las dimensiones máximas que tendría todo el sistema.
Como es posible imaginar, los ingenieros que diseñaban las placas digitales y analógicas no estaban tan felices de que les quedará tan poco espacio para trabajar. Tuvieron que diseñar las placas digitales y análogicas con dimensiones reducidas y lo suficientemente aptas como para caber en el pequeño gabinete que estaría asociado a este pequeño monitor. El resultado fue una de las motherboard más pequeñas de su tiempo, y una placa analógica igualmente compacta.
Poco espacio en el escritorio
Cuando se observan las computadoras de ese tiempo, especialmente las portales, no puede notar que generalmente era una caja rectangular tan anchas como el teclado y que en la mitad derecha tenía el monitor y la mitad izquierda la unidad de disquetes. A la hora de trasladarse, el teclado funcionaba como tapa protectora de la pantalla y las unidades de disquetes.
Apple Lisa. Un desktop horizontal. |
No era un diseño bueno o malo, simplemente todos hacia así. Incluso algunos sistemas de escritorio, como la Apple Lisa, seguía este principio de diseño horizontal. De hecho, al principio el Macintosh iba a adoptar una forma similar, pero Steve Jobs decidió que para no pasar desapercibido y llamar la atención en el mercado había que cambiar esto. Decidió que el Macintosh “ocupara el mínimo espacio posible en el escritorio”. Ya no sería un diseño de caja horizontal, sino vertical, con la pantalla en la mitad superior del gabinete, y la unidad de disquetes debajo.
Fue esta rebelde y marketinera decisión de diseño la que determino la distribución general de la Macintosh y que la terminaría transformando en un icono de diseño industrial. El concepto original fue evolucionando sucesivamente hasta adoptar la forma definitiva por todos conocidos, retoques que no pretende ser otra cosa que lograr una apariencia más “amigable” para el usuario. Pero fuera de las apariencia, la base de diseño es esa: el sistema es vertical, con el monitor en la mitad superior.
Esta distribución vertical termino siendo la norma. El diseño horizontal cayo en desuso y cuando se miran fotografías uno lo percibe antiguo. Con el diseño vertical la vieja Macintosh se continúa percibiendo razonablemente moderno. Probablemente también contribuye a esa percepción de atomporalidad que casi todas las iMac, incluso las más modernas, continua rememorando a ese diseño.
Manual del Macintosh. Poco espacio en el escritorio, mucho espacio para todo lo demás. |
Este pequeño gran cambio termino representando una importante mejora ergonómica. En primer lugar, al ocupar menos espacio en el escritorio queda más espacio para otras cosas, como carpetas y la tasa de café. De hecho, fue práctico para pequeños escritorios y gabinetes para usos especiales.
En segundo lugar, un monitor en una posición más elevada también es más fácil para mirarlo de frente, manteniendo la cabeza en una posición natural. Incluso hoy en día continúa siendo más cómodo que tener que estar mirando para abajo mientras escribo estas líneas en mi ultrabook, a pesar de que mi pantalla es más grande.
De izquierda a derecha: Monitor Philips LCD de 15", Macintosh Classic y Macbook Air 11.6". Compare la posición más ergonomica de la Macintosh frente a la ultrabook. |
Desde el punto de vista de la movilidad también fue ventajoso. En los antiguos portables, uno de los costados tendía a ser más pesado que el otro, lo que era incómodo y cansaba más a la hora de transportarlo y/o requería importantes esfuerzos de diseño para lograr un peso correctamente distribuido. Con el gabinete vertical esto no pasaba.
La manija de soporte
Muchos sistemas portables ya contaban con manija de transporte, pero en este caso la historia tuvo sus particularidades. El proyecto original no contemplaba esta característica.
No recuerdo en este instante como sucedió (hasta cierto punto comenzó como un juego porque les sobraba espacio en la parte superior del gabinete) pero la Macintosh termino con una manija para sostenerla con una mano en la parte superior. Esta característica se transformo en iconíca y termino siendo rememorada varios años después en la primer iMac G3.
La idea original era que el cliente pudiera extraer fácil y rápidamente la Macintosh de su embalaje y ponerlo en el escritorio. Es decir, contribuiría a una mejor “experiencia” de uso ni bien se abre la caja y, de este modo, el consumidor percibe al sistema como algo más “amigable” con el cual se podía conectar emocionalmente.
Claro esta que diez minutos después se le comenzó a encontrar muchos usos adicionales. Esa manija facilitaría desplazar rápidamente el ordenador de un escritorio a otro en la misma casa, oficina o cualquier otro lugar. Este detalle era, prácticamente, una revolución en portabilidad por sí misma. Como terminaría siendo común tiempo después, facilitaba enormemente introducir y extraer el ordenador desde su bolso de transporte.
La principal novedad con respecto a todos los diseños preexistentes de manija, es que en este caso forma parte del diseño del mismo gabinete. Una manija sólido e integrado que no sobresalía ni aumentaba los costos de producción. En los restantes sistemas con manijas, esta eran cosas acopladas, a imagen y semejanza de maquinas de coser. Es importante notar que no es un mejor o peor diseño desde el punto de vista de la funcionalidad, pero si fue novedoso y se transformo en iconico. Innovar haciendo lo mismo de forma diferente suele funcionar muy bien para el marketing.
Desde el punto de vista de la movilidad, si no lo hubiesen hecho probablemente no estaría escribiendo este artículo, porque a nadie le hubiese resultado cómodo trasladar el Macintosh. La manija integrada fue un pequeño gran detalle determinante en el uso potable.
El teclado
Diseñaron el teclado más pequeño que fuera posible. Primero, creían que cuanto menos teclas más fácil sería de aprender a usar, así que trataban de que fuera lo más parecido al teclado de una maquina de escribir, sin teclas adicionales.
Segundo, como muchos competidores, era una forma efectiva de bajar costos de producción. Si querías un teclado numérico, por ejemplo, tenías que comprarlo por separado. Esto, repito, era muy común en esa época.
Si descontamos el teclado numérico, el teclado del Classic tiene prácticamente las mismas dimensiones que su descendiente más moderno. |
Tercero, Steve Jobs quería que los desarrolladores se vieran obligados a crear aplicaciones que aprovecharan el mouse y, también, obligar a lo usuarios a usar este nuevo y simpático “ratón” por lo que prohibieron las teclas de dirección (arriba, abajo, derecha, izquierda, etc.).
Ambos teclados lado a lado. Como es predecible, las teclas tienen las mismas dimensiones y separación entre ellas. |
Cuarto, cuanto más pequeño fuera el teclado más espacio habría en el escritorio para desplazar el mouse y/o este quedaría más cerca del usuario. Un enorme teclado con muchas teclas ocupa mucho espacio horizontal y el mouse tiene que quedar tan lejos, a la derecha o izquierda del teclado, que obliga al usuario a estirar más la mano.
Es decir, los diseñadores vieron esto como un juego de suma cero: mejor experiencia de teclado será a cambio de una peor experiencia con el mouse, y viceversa. Ellos decidieron priorizar esto último. ¿el resultado? el teclado del Macintosh fue el más angosto, el más bajo y, casi, menor cantidad de teclas de su tiempo. Desde un punto de vista estético, hacía juego con el resto del Macintosh, el teclado apenas era más ancho que el gabinete del sistema. Dejaba mucho espacio para el mouse.
Microsoft Natural Keyboard. Lo mejor de lo mejor, hasta que buscas unos prismáticos para ver el mouse. |
Mi experiencia indica que esto tiene algo de cierto. Durante muchos años tuve un Microsoft Natural Keyboard. Uno de los mejores teclados ergonómicos en el mercado. Me encantaba y siempre lo recomiendo. Pero era enorme, ocupaba mucho espacio en mi pequeño escritorio y casi no quedaba lugar para el mouse. Además, tenía que estirar relativamente mucho mi brazo, lo cual cansaba. Desde el punto de vista positivo, esto me invitaba utilizar más el teclado, recurriendo a comandos y accesos directos siempre que fuera posible.
Teclado IBM Modelo M. El estándar de referencia desde su nacimiento hasta nuestros días. |
Ahora puedo comparar esa experiencia con mi Macintosh Classic. El teclado de esta es el Apple Keyboard II. Un modelo más avanzado que el del Macintosh original. Por ejemplo, incorpora teclas de cursos y teclado numérico. Aún así, continua siendo un teclado que ocupa menos espacio en el escritorio que los galardonados teclados M de IBM que reinaban en esa época, y hoy en día también.
¿Y cuál es mi experiencia? indudablemente hay mucho más espacio para desplazar el mouse. De echo, nunca tuve el mouse tan cerca de mí, prácticamente esta debajo de la muñeca sin necesidad de estirar el brazo ni siquiera un poco.
Así que un teclado que ocupe poco espacio no necesariamente es una mala idea si lo que se desea es utilizar mucho el mouse.
Apple Macintosh Keyboard. Al menos recordaron dejar las teclas del abecedario. |
Pero no nos vallamos tanto por las ramas. ¿qué consecuencias tiene esto desde el punto de vista de la movilidad? pues cuanto más pequeño es el teclado, más liviano y fácil de transportar es. Y en este aspecto, los teclados del Macintosh facilitaban un poco más la movilidad y el teclado original del Macintosh, al ser más algo más compacto que el de mi Macintosh Classic, también ocupaba un poco menos de espacio en el bolso de transporte.
Casi lo olvido, en el Macintosh original el conector del teclado estaba en el frente, lo cual era muy práctico. Pero en los modelos posteriores fue rehubicado en la parte posterior. Un cambio muy molesto. La forma más rápida de conectar el teclado es poner el Macintosh Classic con la parte posterior mirando hacía el usuario, conectar el teclado y girar el sistema para que el monitor quede de frente. Esto es muy fácil y rápido de hacer porque el sistema es compacto, liviano y tiene una manija en la parte superior que lo facilita. Obviamente, hubiese sido mucho mejor que el conector continuase en el frente del sistema.
En el Macintosh Classic este cable tiene una par de particularidades adicionales. La primera, esta separado del teclado, así que no sólo hay que conectarlo al sistema, sino también al teclado. Esto que parece engorroso en realidad evitaba que el cable se rompiera durante el traslado y hasta facilita almacenar el teclado en el bolso.
La segunda particularidad es que tiene forma de cordón telefónico, lo que facilitaba mantenerse corto y en su lugar. Algo común en aquella época que se se extraña en muchos teclados modernos.
El mouse
No podemos hablar del Macintosh sin mencionar del mouse, por más que en realidad poco y nada tiene que ver con la movilidad. De hecho, tener un dispositivo de entrada adicional dificultaba el transporte ya que necesitaba su propio compartimento en el bolso, un cable más para conectar y desconectar, etc.
El largo total del mouse coincide con la altura total del teclado. Coherencia y simetría entre los diversos componentes. |
Pero, bueno, tenemos que hablar un poco del mouse. Lo único positivo desde la perspectiva de la movilidad es que era el mouse más compacto y ligero de su tiempo e, incluso, hoy en día. En esa época era una consecuencia de la obsesión por bajar los costos, pero termino siendo una característica distintiva de todos los mouse de Apple: pequeño, siempre pequeño.
Posición para zurdos. De este modo es más fácil ver que sin el teclado numérico el mouse quedaba más cerca del centro. |
En el Macintosh Classic el mouse tiene una ventaja adicional. El mouse no se conecta a la parte posterior del sistema, sino que se conecta al teclado, por tanto, disfruta de un cable relativamente corto que facilita su uso y transporte. El teclado tiene dos conectores para el mouse. Uno en cada lateral. Un zurdo puede conectar el mouse del lado izquierdo y un derecho del lado derecho.
La unida de disquetes
Disquete de 8″, 5¼” y 3,25″. Observe que los modelos más viejos son más grandes, delgados, flexibles y con los discos expuesto a la interperie. Todos problemas que se solucionan con el moderno diskette de Sony |
Los disquetes eran los DVD y pendrive de esa época. Los había de varios tamaños y formas, incluso tan grandes como discos de vinilos, o tan pequeños como un DVD moderno. Es más, en esa época eran raros los discos duros, así que el disquete se usaba para todo.
Con el Macintosh introdujeron un nuevo tipo de disquete diseñado y fabricado por Sony. Con sólo 3.5″ era el más pequeño del mercado. Su carcaza era de un plástico rígido que facilitaba mucho transportarlo en el bolsillo sin doblarlo y, lo mejor de todo, tenía una pequeña tapa que protegía el disco en su interior del polvo, arañazos y cualquier otra cosa.
También era el más rápido y el de mayor capacidad de su tiempo y se terminaría transformando en el estándar de la industria, pero lo más importante es que desde el punto de vista de la movilidad no había nada mejor para almacenar y transportar información.
Por último, para introducir y extraer el disquete no había ningún botón físico, por lo que no existía el riesgo de que una perilla o botón se dañara al trasladarlo en un bolso. Un problema que sufrían muchos otros sistemas portables de esa época.
Ventilación
Macintosh 128K. Parte posterior totalmente limpia y parte superior con muchas rendijas de ventilación o “cabello del Mac”. Nota adicional, debajo de la manija hay rejillas de ventilación escondidas, una característica que también se encuentra en las modernas Macbook. |
El Macintosh original no tenía ventilador. Fue una decisión de diseño de Steve Jobs que enfrento fuerte resistencia de sus ingenieros. Jobs quería que el sistema fuera silencioso. Por ello se adopto una primitiva refrigeración por convección con rejillas de ventilación estratégicamente ubicada para facilitar la circulación natural del aire.
Finalmente Jobs estaba equivocado y el sobrecalentamiento es la principal razón por la que muy pocos Macintosh originales sobreviven hoy en día. Poco tiempo después de que fuera expulsados de Apple, las Macintosh recibieron los ruidosos ventiladores que tanto necesitaban y las horribles rejillas de ventilación asociadas, como es el caso de mi Mi Macintosh Classic
Obviamente, desde el punto de vista de la movilidad este detalle es muy importante. En las primeras macintosh había que tener especial cuidado que un mantel o cualquier otra obstrucción impidiera la correcta circulación de aire por la base del sistema. A cambio, no había riesgo de que ningún ventilador se ensucie o dañe al transporta de un lugar a otro.
Sólo recientemente la tecnología ha madurado lo suficiente como para comenzar a pensar seriamente en eliminar los ventiladores.
El cable de energía
¿Hasta del cable de corriente hablaremos? pues sí, esto es wintablet.info.
Afortunadamente, el Macintosh utiliza el típico cable de corriente estándar de todas las computadoras de su tiempo y la mayoría de las que se siguen utilizando en las PC de escritorio de hoy en día. El único detalle significativo era ser bastante corto. Nuevamente, buscaban abaratar costos, pero en el proceso también se facilitaba el transporte.
A diferencia de las mayoría de las notebooks modernas, no era necesario conectarlo a una fuente de poder independiente, con todo el engorro asociado. Al igual que la mayoría de las computadoras de escritorios, el cable va directo entre la Macintosh y el conector de la pared porque el sistema tiene la fuente de poder integrada en su interior.
Botón de encendido… y otros
En la Mac el botón de encendido esta en la parte posterior. Contrario a lo que puede parecer, es muy fácil de presionar. Simplemente estiras el brazo hasta atrás del sistema, llegas al botón y lo presionas. Los diseñadores, y Steve Jobs, creían que esto era más “intuitivo” que tener el botón delante. Vale notar que muchas PC de esa época tenían soluciones comparables, con el botón en un lateral bien lejano del frente.
La única ventaja significativa es que era grande, robusto y sumergido en una pequeña cavidad, por lo que era difícil que se dañara en el bolso.
Dos frágiles botones de reinicio sobresalen por las rejillas de de ventilación del lateral izquierdo. |
Los de mi Macintosh classic están milagrosamente intactos, pero parece ser muy fácil que se quiebren.
Puertos de expansión
Al igual que sus descendientes actuales, el Macintosh tiene los mínimos puertos necesarios para la expansión que se requerían en esa épocas.
Creían que cuanto menos puertos, más difícil confundir a los usuarios y más fácil que los usen. Desde la perspectiva de la movilidad, al igual que el botón de encendido, varios están ligeramente metidos dentro de unas cavidades que mejoran su protección.
Al ser un sistema bastante compacto, debo decir que a uno le resulta mucho menos intimidante ir a la parte posterior a conectar y desconectar cosas. En gran medida, recuerda a las notebook modernas. Muy diferente a los intimidades ordenadores de escritorios repletos de cables que acobardan hasta a los valientes y que, generalmente, conllevaba que muchos usuarios básicos buscaran algún tipo de asistencia técnica sobre algo que podrían hacer ellos mismos.
El bolso
Manual del Macintosh. El BYOD esta aquí: nada como traer al trabajo la herramientas que necesito. Nada como regresar a la casa con trabajo extra. |
Junto con el Macintosh se lanzo el bolso oficial, uno de los más importantes accesorios disponibles.
Nuevamente, no sé quién lo diseño. Repito que interpreto que fue una idea de marketing de último momento con el objeto de maximizar el impacto durante la presentación: extraer la Macintosh de un bolso dentro del escenario. También figuro en gran parte de la publicidad gráfica del lanzamiento.
Manual del Macintosh. Un hombre joven, blando, de buen parecido traslada en el canasto delantero de su bicicleta su portable (cuenta la leyenda que el modelo prefirió el eterno anonimato después de este trabajo). |
Incluso formaba parte de diversas situaciones ilustradas en el manual del Macintosh.
Macintosh en el interior del bolso. |
El bolso tenía las medidas justas y necesarias para transportar el Macintosh con sus accesorios: teclado, mouse, cables, etc. proporcionarles una más que adecuada protección gracias a un grueso acolchado y varias manijas que facilitaban llevarlo colgado al hombro o con las manos. Gruesos cierres facilitaban una rápida y segura apertura y cierre. Cada periferico y cable contaba con compartimentos internos adecuados y existían compartimentos adicionales para manuales u otros accesorios. En gran medida, se inspiraba en los bolsos utilizados por los fotógrafos profesionales.
Macintosh Plus junto a su bolso. |
No he conseguido uno aún, pero todo indica que era muy fácil y rápido de introducir y extraer el Macintosh de allí.
Muchos ordenadores portables no tenían un bolso de tela opcional, sino que se trasladaban con su gabinete expuesto. Sólo la pantalla y la unidad de disquetes recibían protección adicional gracias a que el teclado los cubría.
En este sentido, el bolso del Macintosh parece haber sido una mejor respuesta para la época, ya que durante el traslado el Macintosh nunca estaba expuesto a las inclemencias del traslado, por decirlo suavemente.
Bolso lleno. Observe el compartimiento para el teclado a la izquierda, y los cables a la derecha del Macintosh. En la tapa un pequeño compartimento era para el mouse. |
El teclado se ponía en vertical en el interior del bolsso y, en este sentido, el angosto teclado del Macintosh original era mejor que el de mi Macintosh Classic. En el original el teclado puesto en vertical terminaba siendo más bajo que la computadora, así que el bolso tenía la altura de esta. En mi Classic es más alto que el ordenador, obligando a rediseñado el bolso para incorporar esos centímetros extras, lo cual apareja un espacio de aire por sobre la Classic.
El teclado de la Macintosh Classic era más alto que el propio sistema. El teclado de la Macintosh original no tenía teclado numérico y terminaba siendo más bajo. |
Reparabilidad
Steve Jobs no quería que las personas pudieran abrir el sistema y repararlos o mejorarlos por si mismos. Si querían hacer algo, lo mejor era que recurrieran a personal técnico especializado y certificado por Apple o utilizar un periférico externo.
El Macintosh no prevé ninguna forma de expandirse por dentro. ¿Igual quieres intentarlo? un conjunto de tornillos escondidos y de extrañas formas impedían que alguien intentará algo diferente sin autorización. La figura de las tuercas son las mismas que se utilizan en los Mac actuales. Además, si logra quitar los tornillos la carcaza esta puesta con tanta tensión (lo llaman “precisión”, aunque tengo mis dudas), que se tiene que hacer mucha fuerza y correr el riesgo de romper algo en el proceso.
Uno de los cuatro tornillos. El mismo diseño utilizan los Mac actuales. Sólo Mandrake se anima a abrirlo. |
Esto respondía a una estrategia de mantener cautivo a los clientes con el servicio post venta. Y, para ver el baso medio lleno, también pretendía proteger a un usuario novato (el “resto de nosotros”) de hacer algo de lo que pudiera arrepentirse posteriormente. El “resto de nosotros” debemos dejar a los expertos que mantengan simple nuestras vistas.
En pocas palabras, la Macintosh era un bien de consumo descartable, no reparable, ni actualizable, ni personalizable. No era el único, el Commodore 64 seguía principios similares. La expansión sería mediante periféricos externos.
El Macintosh es el primer sistema de Apple en adoptar y perfeccionar estos principios, que perduran hasta nuestros días.
Quizás este sea el único punto en que podamos encontrar similitudes hoy en día en todos los “PostPC” y “PC Plus”, wintablets inclusive. Todos adoptan estos conceptos hoy en día. De hecho, cada vez es más raro encontrar sistemas para consumidores reparables, actualizables o personalizables a imagen y semejanza de lo que sucedía con la Apple II o las IBM PC compatibles de las décadas de 1980 y 1990.
Conclusiones
Después de leer todo esto usted seguramente se esta preguntando… “si esto es un resumen del borrador del artículo ¿qué falto escribir?”
Más en serio, evidentemente se ha avanzado mucho en la tecnología desde la década de 1980 hasta nuestros días. Pero no hubiésemos llegado aquí sin los pequeños pasos que se han dado en el pasado. El Macintosh original fue un interesante paso en ese largo camino. Muchos de sus aportes a la “movilidad” son claramente obsoletos y han pasado al olvido. Otros son curiosos, soluciones necesarias para la tecnología de su tiempo que han pasado a ser superfluas hoy en día. Muchas características eran imitaciones que en estos tiempos ya habían inventado otros. Prácticamente nada de lo analizado tiene importancia con las wintablet de hoy en día.
Es interesante notar que el debate entre las pantallas de 9″ vs. las de 12″ parece tan viejo como la industria informática misma. Lo mismo se puede decir del teclados vs. mouse en lo que al espacio en el escritorio se refiere. Me parece que en el futuro seguiremos discutiendo sobre estas cosas y las 9″ seguirán presentes de alguna forma.
También parece curioso que de alguna forma todos los productos de Apple posteriores tienen alguna reminiscencia a este antecedente.
Quizás el único legado significativo del Macintosh que continúa impactando hoy en día en toda la industria de la tecnología móvil es la falta de reparabilidad. El interior de un producto de consumo debe ser misterioso e inaccesible para el resto de nosotros.
Finalmente, yo me pregunto ¿No sería genial que hoy en día también se vendieran bolsos de transportes para todas las PC de escritorio que existen en el mercado actual? un detalle así permitiría seguir disfrutando de ordenadores “portables” cuando fuera necesario.
THE END
Espero que les haya gustado y los incentive a hacer sus comentarios a continuación.
Pueden hacer clic en todas las fotografías para verlas más grandes. La totalidad de las fotografías de la Macintosh Classic son de mi autoría. Las diferencias en iluminación son una consecuencia de haberse capturado en diferentes momentos del día. Si desea fotografías adicionales, sólo pídalo y cuando tenga tiempo las capturo y publico.
©2015. Este artículo fue escrito por Quique el 28 de junio del 2015 bajo licencia CC BY-NC-SA para WinTablet.info,sitio pionero en la divulgación y análisis de la industria de las tablets con Windows, sus aplicaciones, accesorios, periféricos, tendencias y temas relacionados.
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