Es un tema sumamente interesante porque este fallo de esta corte de Apple vs. Samsung parece contradecir un fallo de otra corte de principios de la década de 1990.A finales de la década de 1980 Apple inició un juicio contra Microsoft por violaciones de la patente de la interfaz básica de usuario.
Como todos saben, Apple acusa a Microsoft de que Wiindows es una copia de su System.
Uno de los argumento más importantes de Apple es que habían patentado la totalidad de la interfaz de usuario gráfica. Trataré de explicarme mejor, no eran los objetos individuales de la interfaz de usuario sino su totalidad lo que había patentado y lo que Microsoft estaría infligiendo. A pesar de que habían patentado cada icono, cada menú, cada gesto con el mouse, etc., todo ese conjunto de patentes eran funcionales a una totalidad y que es esa totalidad la que había que proteger.
Finalmente la corte (en este caso no fue un jurado, sino un juez) fallo a favor de Microsoft. Las razones fueron esencialmente dos.
Primera, un acuerdo secreto entre Apple y Microsoft (que, obviamente, este último presento como prueba durante la demanda) autorizaba a esta última a utilizar todas las patentes de la interfaz de usuario de Apple en cualquier computadora (es decir, no lo condicionaba a computadoras de la marca Apple), siempre y cuando hubieran transcurrido unos 24 meses (si mal no recuerdo) desde haber firmado el acuerdo.
Segunda y más trascendental, no se puede patentar un conjunto. No existe en la legislación estadounidense una patente de las patentes. Lo que se juzga son las patentes individuales, no el conjunto.
Existía un tercer argumento. No fue Apple, sino Xerox y otras empresas pioneras las que inventaron gran parte de la interfaz gráfica de usuario y sus características pero lo hicieron en una época anterior a la existencia de las patentes de software (por lo que cualquiera podía copiarlas si deseara). A lo que se agrega que Microsoft también tuvo su visita a Xerox.
Desde ese entonces, por un lado, para ganar un juicio hay que demostrar que se están violando las patentes individuales y olvidarse del análisis del conjunto; y por un lado; cualquiera puede hacer un software cuyo conjunto se parezca y comporte similar siempre y cuando no viole y/o existen acuerdo sobre las patentes individuales.
En este marco no puede afirmarse que el iPhone esta “patentado” (como anunciara Steve Jobs en su famosa keynote), pero sí que cuenta con más de 200 patentes individuales (que es lo realmente patentado).
Claro esta, esto se refiere a patentes de software. Una historia diferente es cuando hablamos de patentes de marcas y diseño, donde si se tiene en cuenta el conjunto y tiene más peso que las características individuales.
Esta demanda de Apple vs. Samsung abarcaba patentes de diseño, patentes software y patentes de hardware. El fallo parece indicar que se tomaron las patentes de diseño, se considero que las patentes de software estaban abarcadas por las patentes de diseño y de desestimaron las patentes de hardware.
Parece una revisión del juicio de Apple vs. Microsoft con una sutil y significativa vuelta de tuerca ¿están las patentes de software subordinadas a las patentes de diseño? parece que el jurado estableció que sí, las patentes de diseño tienen jerarquía superior a las patentes de software. Una cuestión que, me parece, puede llegar a ser apelada.
Toda la presentación de Apple rondó al rededor de esto. Presentaciones breves y de contenido emocional centradas en las patentes de diseño. Y el jurado decidió muy rápido (¿cuánto tiempo paso? ¿un día?) sobre las mismas en vez de analizar en detalle las más de 100 hojas de consideraciones respecto a las patentes de software y de hardware.
Esto me lleva a un tema alternativo. Por un lado, se dieron por validas todas las patentes de diseño y software de Apple en casi todos los productos en juegos (recordemos que algunos productos de Samsung finalmente fueron clasificados como no culpables). Por otro lado, en el proceso también se consideraron invalidas todas las patentes de hardware solicitadas por Samsung.
Esto último es trascendental porque el resto de las compañías podrían dejar de pagarle a Samsung por las patentes de hardware que acaban de ser anuladas (incluyendo muchas vinculadas a la tecnología 3G con impacto sobre la tecnología LTE).
Samsung tiene aquí una doble derrota (no sólo porque Apple gano la demanda, sino porque no podrá exigir sus patentes de hardware a otros fabricantes).
La industria del software también sufre una derrota porque la normativa sobre patentes de software en que basa su desarrollo desde la década de 1980 hasta ahora pasan a tener una jerarquiza inferior a las patentes de diseños.
Ergo, el mercado pasa a necesitar corporaciones que puedan presentar productos protegidos simultáneamente por patentes de diseño, de software y de hardware. Una invitación a la concentración de la industria ya que las empresas que sólo desarrollan patentes que abarcan una dimensión del sistema de patentes están vulnerables ante el resto.
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