jueves, 19 de mayo de 2016

En memoria de Jack Tramiel. 13/12/1928 – 08/04/2012

A los 84 años, fallece Jack Tramiel. Fundador de Commodore, entre otras cosas y, por tanto, una de las personas que contribuyo al nacimiento y crecimiento de la extraordinaria industria de la computación personal.
Se podrían escribir muchas cosas, prefiero concentrarme en mis recuerdos e invitarlos a ustedes a trascribir los suyos.
Jack Tramiel fue el fundador de Commodore y, con ello, uno de los emprendedores que contribuyo al nacimiento e impulso de la extraordinaria industria de la computación personal.

COMMODORE PET
Poco antes de que la primera Apple II salga al mercado Commodore lanzo la Commodore PET. No fue un lanzamiento menor.
La Commodore PET fue la primera computadora en el mundo de la que se vendió más de un millón de unidades. Y fue en su primer año. La razón de su éxito comercial estaba en su bajo precio, el ser un todo-en-uno y, lo más importante, ser la primera computadora personal en comercializarse en tiendas de electrónica minoristas. Todas las demás, Apple II inclusive, se vendían en tiendas especializadas a la que los novatos difícilmente entraban. La Commodore fue la primera empresa en ver que la comercialización a través de canales más “populares”, si cabe el término, sería un elemento esencial para el triunfo de la computación personal. Más de treinta año después, tiendas como las Apple Store mantienen viva esta visión y la llevaron a niveles que ni Jack Tramiel ni sus contemporáneos imaginaron.
La Commodore PET también fue la primera computadora todo-en-uno en la historia. Y, quizás, merece este título más que nadie. Esta todo-en-uno realmente integraba todo lo disponible en ese tiempo a excepción de impresora. En una única unidad se encontraba el monitor, el teclado, la unidad de almacenamiento, etc. Las “todo-en-uno” actuales no suelen incluir el teclado y/o no suelen incluir la pantalla. La PET se sacaba literalmente de la caja, se conectaba al tomacorrientes y se encendía. Un paso menos que la famosa Macintosh 128k.
La Commodore PET todo-en-uno tenía otra particularidad. No era actualizable ni personalizable. Algo muy diferente a la más poderosa Apple II. Dos filosofías de lo que debía ser una computadora personal diametralmente opuestas. La Apple II (y, por suerte, las IBM PC que se inspiraron en esta filosofía) estaban pensadas para ser actualizadas y personalizadas. Las Commodore PEC era un producto esencialmente cerrado y descartable. Hoy en día esta filosofía inaugurada por Commodore se mantiene más fuerte que nunca. Para bien y para mal.
La Commodore PET, al igual que la Apple II, también tienen un aporte interesante en lo que a industria del diseño se refiere. Sus diseñadores se esforzaron para que se vea “futurista” y moderna. Un diseño que no ha resistido el paso del tiempo pero un primer gran intento.
Hoy se adjudican a otras empresas, emprendedores y computadoras muchas de estas ideas que nacieron con la Commodore PET. Obviamente, en todo lo demás era un producto lleno de defectos, sólo basta dedicar unos minutos a ver su casi inútil teclado para darse cuenta de ello. Pero como todo epitafio, mejor veamos los aportes significativos a la industria.
Una curiosidad. La PET incluía un monitor de 9″. La mayoría de las Apple II se vendían o conectaban a un TV de idénticas dimensiones. Algo que más tarde represento una marca distintiva de las Macintosh y de la mayoría de las notebook de la década de 1990. Hoy algunos parecen creer que las computadoras personales siempre tuvieron pantallas de 12″, 14″ o más y que las tabletas de 9″ están condenadas al fracaso por sus reducidas dimensiones. Yo pienso que, en realidad, es el tamaño más tradicional y a temporal de todos.

COMMODORE 64 
Pero esta historia sería incompleta si no mencionáramos a la popular Commodore 64.
La Commodore 64 era una computadora personal muy barata y, a pesar de ello, muy robusta, poderosa y fácil de usar.
La Commodore 64 no necesita presentación para toda una generación. Fue, y sigue siendo, la computadora más vendida de la historia con entre 12,5 y 17 millones de unidades. Para toda una generación fue la primera computadora que vieron y tocaron en sus vidas (punto que retomare más adelante). Las PC, las Apple II y las Macintosh eran, simplemente, demasiado caras y no se vendían en la tienda de electrodomésticos del barrio.
La Commodore 64 era una computadora “todo-en-uno” con el detalle de que integraba todo menos el monitor. En su lugar se conectaba a un televisor, a imagen y semejanza de cualquier maquina de juegos. Esto permitía mantener los precios bajos. Muchos tienden a pensar que un todo-en-uno por definición incluye el monitor pero tiene un teclado externo, en la década de 1980 muchos pensábamos exactamente al revés, comenzando con la Apple II y continuando con la Commodore 64.
La C64, para simplificar su nombre, tenía una excelente calidad de vídeo (colores) y sonido por lo que fue un furor entre los niños y adolescentes que querían utilizar su primera computadora personal para jugar. De hecho, la enorme mayoría del software existente para la C64 eran juegos. También tenía una tecla “Commodore” que inspiraría a la “tecla Apple” y la “Tecla Windows” de las computadoras de siguiente generación.
Otra virtud de la C64 era que utilizaba cartuchos de memoria. Los antecesores de las tarjetas microSD actuales y, ya que era el único sistema de almacenamiento, todas las computadoras actuales basadas en discos de estado sólido (SSD), como la Macbook Air.
Las Commodore tenían una particularidad. Cuando se encendían nos recibía con la palabra READY (listo). No había nada más que hacer que comenzar a escribir instrucciones en BASIC.
Por ello, junto a la C-64, otro forma de referirse a este producto de culto, llego una nueva y particular forma de “distribuir” el software a millones de personas que no tenían idea de programación. En esa época el modelo de negocios de Microsoft y Lotus, entre otros, era incipiente. No era fácil encontrar una tienda donde vendan un cassette, disquette o cartucho de memoria con el software creado por un tercero. El software se distribuía en revistas que se vendían en todos los kioskos y revisteras. Se compraba una revista en cuya hojas se encontraba escrito el código fuente en lenguaje BASIC. Los niños y adolescentes se pasaban horas y días escribiendo el código en la C-64. No podían cometer errores. Después de ese tedioso proceso “cargando” el software, se podía correr y comenzar a jugar. Muchos buscaban grabarlo en una cinta de casette comercial para no tener que volver a escribirlo cada vez que querían jugar.
Este tedioso procedimiento impulso a toda una generación de futuros programadores que agolparon las universidades e institutos una o dos décadas más tarde y que conforman el grueso de los profesionales en informática de hoy en día. Los niños y adolescentes de hoy no necesitan esto y quizás sea una de las razones por la que la industria se queja de que ha disminuido la matrícula de las universidades y aparejando una escasees de profesionales jovenes.
Todas las C-64 eran sistemas cerrados e idénticos de comprar, usar y tirar idénticos. No existía “fragmentación”. Había menos fragmentación entre las más de 12 millones de C-64 que entre dos dispositivos con iOS cualquiera.
En síntesis, difícilmente haya existido y vuelva a existir otra computadora personal con mayor impacto social y cultural a nivel global. De hecho, aparecieron “involuntarios” clones en la URSS de la Perestroika, China y varios otros países, incluyendo la producción bajo licencia en mi país, Argentina.
Hoy en día, bajo el lema de la “era post-PC” muchas de estas ideas regresan con más fuerza que nunca. Aunque, por lo que se ve, esta filosofía de diseño y distribución nacieron con la industria de la computación personal misma.
Si me permiten profundizar un poco más, me parece que en la industria de la computación personal siempre convivieron y compitieron varios paradigmas. Un ejemplo de ello parece ser la Doctrina Wosniak de las computadoras personales configurables y actualizables VS. la Doctrina Tramiel de las computadoras para el consumidor cerradas, estables y descartables parecen ser muestra de ello y es tan antiguo como la industria misma. O, utilizando la moda actual, la “doctrina PC” VS la “doctrina Post PC”.
Huelga decir que muchos de las limitaciones que llevaron a Commodore a la quiebra continúan presentes en muchos de los dispositivos “post-PC” de hoy en día.

UN POCO DE ARM
Las Commodore PET y 64 terminaron siendo los mayores representantes de la computación personal de 8 bits. Y como todas las computadoras personales de 8 bits de su tiempo (incluidas las Apple II), utilizaba los baratos microprocesadores MOS. Que evolucionarían hacía ARM. En cierta medida, esta primera generación de computadoras personales tienen más parecidos con los PDA, tablets y smartphones actuales que con toda la industria de las PC.

UN VIAJE PERSONAL
Cuando la C-64 estaba en su auge yo era un niño. Semanalmente mis padres me compraban las revistas infantiles Billiquen y Anteojito con grandes espacios dedicados a la publicidad del símbolo de Commodore. 
A varios de mis amigos y compañeros de escuela primaria les regalaron una (eran demasiado para la mayoría de los asalariados de mí país y se terminaba accediendo a ellas pagando cuotas durante mucho tiempo).
Cada día, desde que comencé la escuela primaria le pedía diariamente a mis padres “Cómprame una Commodore 64”, “Cómprame una computadora”….. Mi padre aguando siete largos años y yo nunca pude tener una. Ni en ese tiempo ni nunca. Finalmente mi vida con la computación personal siguió otro rumbo. Pero fue ese deseo insatisfecho el que marco mi vida. Seguramente no estaría escribiendo aquí si no fuera así.
Así que por ello, sirvan estas líneas para recordar a Jack Tramiel y sus ideas. Y lo invito a usted a dejar sus impresiones.


©2012. Este artículo fue escrito por Quique el 10 de abril del 2012 bajo licencia CC BY-NC-SA para WinTablet.info,sitio pionero en la divulgación y análisis de la industria de las tablets con Windows, sus aplicaciones, accesorios, periféricos, tendencias y temas relacionados.

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